Sínodo

Durante más de dos meses, los feligreses compartieron sus pensamientos y aspiraciones sobre la fe en las reuniones del Sínodo aquí. Fue parte de una iniciativa establecida por el Papa Francisco para escuchar a los católicos de todo el mundo. Aquí en la Iglesia de la Inmaculada Concepción, más de 100 personas participaron en 14 reuniones, realizadas en inglés y español. Se envió un resumen de nuestras sesiones a la Diócesis, que se utilizará en el informe del Rockville Centre a la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU., que luego enviará un informe a Roma. También trataremos de incorporar muchas de estas ideas en nuestra vida parroquial.

Agradecemos a todos los que participaron en este proceso esclarecedor y edificante. Aquí hay un breve resumen de lo que estaba en el corazón de los asistentes, organizado en términos de cuatro categorías:

Caminamos Juntos

  • Recordar que “católico” significa “universal” y todos son nuestros vecinos, y todos deben sentirse bienvenidos
  • Necesitamos llevar la fe una persona a la vez, permitiendo que cada uno la transmita • Dios no está solo “en la iglesia”. Ser buenos ejemplos unos de otros comienza en el hogar, luego fuera del hogar en los vecindarios
  • Las familias jóvenes no son una parte suficientemente importante de la iglesia. Existe la necesidad de llegar a esas familias, tal vez con programas de catequesis familiar.
  • La catequesis de adultos sería genial, incluso a nivel casual y ocasional.
  • La pandemia dañó severamente el ambiente de unión. Las actividades sociales y otros esfuerzos de bienvenida serían especialmente oportunos ahora
  • Las alegrías del viaje incluyen ver el crecimiento de la fe en RICA y la Renovación Carismática; disfrutar de aspectos visuales como nuestras hermosas decoraciones estacionales del altar y ver la iglesia llena en los días festivos
  • Los obstáculos para el viaje incluyen ver muchos bancos vacíos en los días que no son festivos, las limitaciones de tiempo de las familias, la preocupación por la tecnología y las redes sociales, las fisuras que se remontan al Vaticano II.
  • La sinodalidad puede ser un comienzo para sanar esas fisuras.

Comunión

  • La oración, la preparación, el estudio de las Escrituras y la familiarización con las virtudes de la iglesia promueven la comunión
  • El enfoque en la presencia física de Jesús es esencial. También estamos conectados por la Palabra de Dios. El podcast Bible In a Year es ejemplar
  • La Comunión de los Santos es una parte importante de nuestra fe
  • Podemos seguir el ejemplo de la comunidad de la Iglesia Presbiteriana al otro lado de la calle, y podemos expandir nuestro diálogo con ellos compartiendo servicios ecuménicos (como la oración reciente por Ucrania)
  • Los cambios estacionales de población representan un gran desafío para la comunión
  • Llevar la Sagrada Comunión a los confinados en casa es un testimonio poderoso. También entre las alegrías de la vida parroquial se encuentra Adopt-a-Family en Navidad y otros programas similares.
  • Necesitamos definir quién está en la periferia y luego llegar a ellos • Entre los dolores de la vida parroquial está la falta de aprecio y reverencia por los sacramentos, especialmente el bautismo (que a menudo se ve más como una experiencia cultural)
  • La comunión comienza con la iglesia doméstica. Los niños responden y son receptivos cuando sus familias oran con alegría en casa
  • Participación

  • Nuestro nuevo ministerio de música ha sido de gran ayuda para mejorar la participación en la liturgia
  • La participación de los feligreses es en gran parte una función de la experiencia que las personas tienen en la iglesia. Para que las personas se interesen en unirse a una comunidad, debe tener el tipo de comunidad a la que les gustaría unirse.
  • Necesitamos voluntarios para que nuestra parroquia se recupere, pero el voluntarismo ha disminuido en todos los segmentos de la sociedad, después de la pandemia.
  • Se necesita educación sobre los aspectos de la Misa, particularmente las respuestas. Ver la participación en la Misa como un privilegio, no como una obligación • Las personas llevan una vida ocupada con múltiples trabajos, muchas actividades para los jóvenes, especialmente los deportes. Eso les hace pensar en el domingo como un “día libre”.
  • Llegar a los jóvenes donde están, y donde están son las redes sociales
  • Mientras se hacen esfuerzos para atraer a los jóvenes, también debe haber una iniciativa para honrar a los feligreses mayores
  • Invitar, invitar, invitar. Siga alentando a las personas, a nivel personal siempre que sea posible.

Misión

  • La apertura al Espíritu Santo es esencial, y el Espíritu puede venir a nosotros de diferentes maneras. Muchas veces cuando menos lo esperamos
  • En un país dividido y un mundo dividido, uno esperaría que la iglesia sea una entidad que pueda cerrar las brechas. A veces, ese no ha sido el caso. Eso debe cambiar
  • Construir sobre cosas pequeñas, como invitar a nuestros estudiantes de Primera Comunión a restaurar la estatua de San Francisco cerca del Centro Parroquial. También tenga en cuenta que los sacramentales son muy populares, incluso entre las personas que no asisten regularmente a la iglesia. • Se debe permitir que las mujeres sientan que son partícipes importantes e iguales en la iglesia y sus ministerios
  • Como católicos, necesitamos hablar más acerca de Dios y representar Su paz a las personas que conocemos.
  • Este es un momento muy valioso e importante para la iglesia, en el cual los laicos deben estar profundamente involucrados y responsables
  • La esperanza es una virtud cristiana apreciada y es esencial, especialmente ahora en un mundo devastado por una pandemia y violencia